Es un proceso caracterizado por la inflamación de la mucosa nasal, también conocida como revestimiento mucoso. Según el tiempo de evolución, puede ser aguda o crónica; se considera aguda cuando se corrige en un período inferior a 6 meses. De otro lado, viene a ser crónica cuando los síntomas están presentes por un tiempo superior a 6 meses. Teniendo en cuenta esta clasificación, se la puede subdividir en:
Rinitis alérgica:
- Estacional
Aparece durante períodos específicos del año (cuando los niveles de polen en el ambiente aumentan). - Perenne
Reacción similar a la estacional, pero puede estar presente durante todo el año. - Ocupacional
Síntomas alérgicos relacionados específicamente con lugares de trabajo (personal que labora con insecticidas).
Rinitis no alérgica:
- Infecciosa
Usualmente provocadas por virus o bacterias (resfriado común). - Irritativas
Relacionada con la inspiración de aire contaminado por diferentes partículas (perfumes, olores intensos, tabaco, smog, etcétera). - Hormonales
Está relacionada con los niveles de estrógenos y progesterona (como los que ocurren durante la pubertad, embarazo e hipertiroidismo). - Senil
Presente en personas mayores de 65 años, causada por cambios fisiológicos propios del cuerpo o por interacción con ciertos tipos de fármacos.
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Síntomas, tratamiento
- Más allá del tipo y las causas, los síntomas que se presentan en todos los casos de rinitis son muy similares entre sí. Lo más característicos de esta afección pueden ser el estornudo frecuente, la picazón en el área nasal, ojos llorosos, secreción de abundante de mucosidad y su consecuente sensación de drenaje por la región posterior en faringe y congestión nasal.
- Así mismo, otros síntomas también pueden ser tos, dolores de cabeza, pérdida o disminución de olfato, pérdida del apetito, irritación en la garganta, problemas de sueño e incremento de la irritabilidad.
- En líneas generales, el otorrinolaringólogo buscará corregir los síntomas y aplicar un tratamiento específico para cada causa (frecuentemente, se utiliza antihistamínicos y corticoides tópicos nasales).
- Las medidas de no exposición al alérgeno (dependiendo del mismo) o la desensibilización con vacunas específicas pueden ser también necesarias. Para la dosificación y control es necesario -ocasionalmente- la valoración por un equipo mixto conformado por otorrinolaringología y alergología.