Hay varias razones que podrían provocar afecciones en la voz de un paciente, produciendo ronquera (disfonía) o pérdida total (afonía). A continuación, enumeramos las causas más frecuentes:
- Resfríos: cuando una persona presenta congestión nasal, la secreción mucosa que drena desde la parte posterior de la nariz, se deposita sobre las cuerdas vocales antes de pasar al estómago. Este contacto genera inflamación y eso altera la composición “gelatinosa” de las mismas, tornándose rígidas e impidiendo de esta manera el movimiento fluido, que produce -consecuentemente- un cambio en el timbre vocal.
- Fumar: el tabaco es un irritante permanente de las cuerdas vocales, por lo que es común que quienes fuman, experimenten una leve disfonía momentánea.
- Exigir la voz: muchas personas identifican el hecho de que luego de asistir a un concierto, notan molestias en las cuerdas vocales o al día siguiente, se despiertan sin voz. Esto ocurre porque el abuso (mal uso y sobre uso de la voz) genera inflamación y esta a su vez, provoca afonía. Lo mismo experimentan profesionales que dedican gran parte de su tiempo a la comunicación oral; un ejemplo de esto, son los docentes, quienes luego de un arduo día de trabajo, presentan regularmente alteraciones en su voz. De esta manera, es importante en este tipo de pacientes, conversar sobre la técnica correcta de la voz.
- Otras causas: existen algunas lesiones benignas (pólipos, nódulos, etc) y/o malignas (masas cancerígenas) que también pueden producir afonía o pérdida completa de la voz, por lo que siempre es aconsejable consultar con un especialista si esto ocurre con frecuencia.